La cocina americana es aquella que no está delimitada por cuatro paredes, como las habitaciones convencionales de la mayoría de las casas, sino que aprovecha una o dos paredes de una estancia más grande (que suele ser el salón) y queda conectada con el resto del espacio. Hoy vamos a analizar los pros y los contras de tener una cocina abierta al salón.

Es una buena solución para apartamentos muy pequeños, en los que una cocina independiente apenas dispondría de espacio para moverse y poder cocinar a gusto.

Otra de las ventajas que tiene una cocina abierta al salón, y es que al estar el espacio interior de la vivienda menos compartimentado, la luz natural fluye más y mejor.

No todo son ventajas en el hecho de tener una cocina abierta al salón. De hecho, hay principalmente un inconveniente que hace que este tipo de cocinas no tengan tantos adeptos como sería de esperar. Igual que la luz natural que procede del salón fluye e inunda la cocina, los olores a comida que se generan en esta cuando se está cocinando se extienden de manera inevitable al resto de la casa.